miércoles, 1 de junio de 2011

cosas de maternidad (y paternidad)


Hoy he leído este artículo y me ha encantado, comparto unos fragmentos pero si queréis leer más, el artículo completo lo tenéis aquí


Ana Sabater, periodista y madre reciente, nos explica en este artículo lo que no nos dijeron cuando estábamos embarazadas y lo que puede suponer…

"Tener un hijo en nuestra sociedad actual, de madres trabajadoras que caminan a un ritmo frenético y que tienen unas metas profesionales tan bien planteadas, supone un cataclismo devastador y enriquecedor al mismo tiempo."

“El puerperio es una etapa naturalmente perfecta, una metanoia enriquecedora, vital, que lleva a la mujer a una depresión postparto. ¿Por qué una mujer sana y feliz se entristece cuando tendría que ser el mejor momento de su vida?. El parto le conduce a un desafío interior, a una búsqueda, a una reconciliación con lo no esperado (…), un cara a cara con una parte propia que rechazamos, en una sociedad en la que prima la adaptación al medio siguiendo unos patrones de comportamiento impuestos y no instintivos”
“Y superadas todas las dificultades, descubre que LA ENGAÑARON, que no fueron unos meses y vuelta a la normalidad, que ahora su realidad es radicalmente distinta y que tiene que adaptarse a otro ritmo que es el que él impone. Que es otra mujer distinta que poco tiene que ver con la que llevaba ese ritmo imparable y tenía las metas profesionales tan claras”
"Ella y su pareja, tras el nacimiento de su hijo, se dan cuenta de cuánto ha influido la distinta educación recibida por uno y por otro. A ella le dijeron que algo era blanco, y a él que algo era negro, y ahora tienen que encontrar un gris intermedio que acepten para la crianza de su hijo."

"Le dijeron que los bebés duermen mucho, pero no le contaron que lo hacen en minisiestas y que para su tranquilidad era necesario que estuvieran pegados a su madre. Y tendemos a creer que los niños recién nacidos apenas comen de noche y duermen tranquilos en su cuna".


"Y al mismo tiempo su nueva vida es la que siempre soñó,un estado en el que se descubrirá a si misma dándose cuenta de que ha olvidado esas inquietudes tan importantes, y que sólo existe el presente y el ahora. Sus necesidades se subordinan a las de ese pequeño que la mira con sus ojos curiosos y  brillantes

“Y te descubres a ti misma mirándote en los azulejos de la cocina mientras sostienes en tus brazos a tu hijo, ambos bailáis una melodía pasada de moda, porque has dejado de prestar atención a las tendencias actuales.

"Agarras su pequeña mano, y sientes y aspiras profundamente el amor verdadero,el sentimiento desinteresado e instintivo del que te habían hablado pero que nunca habías sentido con tanta intensidad, y te ríes a carcajada limpia de todo lo que te dijeron y no era cierto, de todo lo que diste por válido y no ha tenido nada que ver con la realidad; de los consejos de tu madre, de tu suegra, de las escasas perspectivas de futuro en tu empresa, del sexo escaso y distinto con tu pareja… Y tantas otras cosas.

"Pero todo ello no importa, porque ves a tu criatura sonreír y reír contigo, y sois realmente felices juntos.Y te das cuenta de que esto es lo más real que has vivido y que este es uno de los mejores momentos de tu vida."


1 comentario:

Raquel dijo...

Me ha emocionado y a la vez entristecido, pero ¿sabes cuando tiene que dar tristeza de verdad?
Cuando da el primer portazo mientras se marcha diciendo tu no me entriendes y miras los mismos azulejos pero estas sola JOOOOOOO que deprimente.
Por eso hay siempre que dejar un hueco cada día para ti misma.
Un besazo.